El retail de proximidad es una de las estrategias omnichannel más importantes que debe conocer cualquier negocio retail. En este post vamos a explicar con todo detalle cómo implementar esta herramienta para obtener los resultados deseados y conseguir aumentar la rentabilidad de la empresa.
El marketing de proximidad es una estrategia empleada por el sector retail para solucionar los desafíos locales, disponer de un conocimiento más amplio de los clientes y así afinar mucho mejor las estrategias para responder a sus expectativas.
Como todos sabemos, los hábitos de consumo son muy diferentes de una región a otra, ya que hay variables muy distintas en cada lugar, como el clima, las tendencias o los hábitos de consumo. Teniendo en cuenta esto, las promociones de una marca pueden diseñarse según los hábitos de los clientes de esa localidad, sus propios stocks o las mejores referencias de sus puntos de venta. Por eso es tan importante para las marcas trabajar bien la estrategia local para afinar después la comunicación a una escala mayor.
A nivel nacional, la experiencia de compra es muy similar entre las distintas tiendas. Esto permite diseñar una estrategia global de marketing que se puede ajustar a medio y largo plazo. Además, esta coherencia en la estrategia transmite confianza y tranquilidad al cliente a la hora de consumir, ya que sabe que en cualquier tienda va a recibir la misma experiencia.
Sin embargo, para llegar a ese punto, el marketing de proximidad tiene un papel muy importante, ya que permite implementar un ADN local y una personalización del producto que conlleva muchas ventajas; la más importante es que el consumidor le da más credibilidad a la información que recibe a nivel local y tiene un mayor impacto.
El consumidor se siente más atraído por el producto local que el nacional por distintas razones. La primera se debe a que los mensajes de captación están más adaptados a la zona en cuestión y, por otro lado, el consumidor tiene una relación de proximidad con el producto que le hace decantarse por él antes que otro.
Como hemos dicho, las tiendas de una marca no pueden depender solo de una estrategia nacional, sino que deben prestar atención a la comunicación y visibilidad a nivel local. La estrategia local permite una mayor personalización de las campañas de marketing y estrechar la relación con el cliente, ya que las acciones permiten adaptarse a las costumbres del lugar, el clima, los acontecimientos locales y demás aspectos que las personas que viven allí van a comprender perfectamente. Es una manera perfecta de conocer bien a los potenciales clientes y responder adecuadamente a sus expectativas.
La reciente crisis sanitaria que hemos vivido ha elevado el número de tendencias existentes antes de la pandemia, como reforzar las diferencias regionales y sus aspectos más significativos. De ahí que una campaña se abordará de manera muy diferente hacia un consumidor que viva en un entorno urbano o rural, si es del norte o el sur, en zona interior o de costa, etc.
Por ejemplo, si el público objetivo son jóvenes de 15 a 24 años, los retailers deberán reforzar las técnicas publicitarias según la zona de residencia para que el mensaje de la marca sea igual de coherente.
La marca debe trabajar con los retailers una estrategia local que complemente y refuerce la estrategia nacional. De esta forma, se deben trabajar estrategias mediáticas nacionales a nivel online y offline y reforzarlas a nivel local según el objetivo principal que se ha marcado el retailer, como el aumento del tráfico en tienda, el branding, la promoción de un producto, determinado, etc.
Como sabemos, en la actualidad el cliente desea tener la opción de comprar en entornos online y offline. Una práctica muy extendida es informarse del producto en Internet y después acudir a la tienda para comprarlo. Cuanta más información online tenga el usuario a su disposición, más será la probabilidad de que vaya a la tienda. Además, espera cubrir todas sus expectativas en cuanto a la experiencia de compra.
Por tanto, las marcas deben cuidar todos sus canales disponibles para que el cliente pueda elegir el que desee con todas las garantías. A nivel local, la información debe mantenerse actualizada para facilitar la interacción del cliente, por ejemplo, la dirección, el nombre del comercio, el teléfono y la ubicación.
El cliente actual prefiere las marcas que hagan transiciones fluidas entre el medio online y el offline. Si comprueba que la información que se proporciona a nivel online es incorrecta, perderá toda la confianza. De ahí la importancia de buscar la máxima coherencia y precisión en la estrategia omnichannel de la marca. Gestionar el flujo de información digital es una obligación y una necesidad imperiosa para cualquier retailer.
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