Nadie puede pretender que el sector retail siga ahora igual que hace veinte años. O quince. ¡O incluso cinco! La tecnología avanza rápidamente, y no hay ninguna empresa retail moderna que no se haya dado cuenta de que el futuro ya está aquí y tienen que adaptarse a él antes de ser engullidas por la digitalización.
Adaptarse a los nuevos tiempos no es novedad: cuando a inicios del siglo XX Frank Woolworth comenzó a mostrar los productos en estanterías dentro de su tienda en lugar de situarse tras un mostrador y darlos él mismo a la clientela, pronto todo el mundo imitó esta manera de vender, ya que permitía a los clientes sentirse más involucrados en el proceso de compra. Hasta 1930, ninguna tienda introdujo ascensores y lavabos en sus tiendas, haciendo sentirse a los clientes más cómodos. ¿Os suena? Los procesos tecnológicos han llegado para quedarse y otorgar más comodidad e involucración en la compra.
En 2018, el 41% de los españoles pidió sus compras de Navidad online. De los que compran físicamente, el 52% utilizan sus teléfonos mientras recorren los comercios. Lo que es lo mismo: estamos en una sociedad bien informada, que sabe que puede comprobar calidad y precio de manera inmediata. Nuestro servicio de retail no tiene que ser antagónico, sino un aliado de la digitalización. Por ejemplo, ofreciendo Wi-Fi gratis y anunciando que todas las novedades de tienda física también se pueden comprar online.
El cliente digital tiene más dinamismo y exigencia, y no se conforma con un mal trato ni un precio excesivo: el comercio retail minorista debe ofrecer algo que no puede ofrecer el que es exclusivamente online: la conocida como omnicanalidad, dar la experiencia perfecta tanto en canales digitales como físicos.
Si crees que montar una tienda online ya es suficiente en el proceso de digitalización de tu empresa, estás muy equivocado. Este ecosistema digital puede cubrir desde la gestión financiera hasta la cadena de suministro, controlando en todo momento los pedidos y el stock que hay de los mismos. Además, es buena idea realizar estrategias de compra en el punto de venta que vayan más allá del clásico self-service mezclado con una caja registradora.
De la misma manera, la tecnología puede utilizarse para ver el rendimiento de los recursos humanos, aprovechando para fomentar su productividad y satisfacción. Y, por supuesto, la tecnología conectada no puede dejar de lado el más básico comercio electrónico, tratando de mostrar una tienda virtual trabajada para un consumidor digital, unida al business intelligence, que analice los clientes y mejore la oferta para conocer los productos que funcionan mejor, las horas a las que mejor se venden, cuáles son las maneras de venderlos…
¿Aún tienes dudas sobre la tecnologización de tu empresa de retail? No te preocupes: estamos aquí para ayudarte a entrar en el presente de cabeza, que las ventas crezcan y ofrecer diferentes modelos para que tu tienda retail vaya un paso por delante del resto. Contacta con nosotros, somos consultores retail expertos en asesorar a grandes marcas.