A la hora de tomar decisiones sobre un negocio retail, el bombardeo de datos e información puede llegar a ser abrumador y no resulta fácil abstraerse para decidir la mejor opción. Es aquí donde entran en juego los indicadores clave de rendimiento (KPI’s) que ofrecen información muy específica para analizar la fortaleza de tu negocio y mejorar los posibles puntos débiles.
Los KPI se ajustan a cada negocio en función de sus características, pero podemos afirmar que los tres más significativos para tu negocio retail son los siguientes:
- Ventas por metro cuadrado: mide y compara el rendimiento de la tienda indicando la eficiencia de los activos disponibles en cada espacio de ventas. Es el ingreso medio que obtiene la tienda por metro cuadrado. Para calcularlo, se divide las ventas por el total de metros cuadrados. Este indicador ayuda a saber qué ubicaciones de la tienda son más rentables y tomar decisiones en cuanto a distribución, inventario, espacio, visual merchandising, personal, etc.
- Tránsito de público: este indicador mide el número de personas en una tienda durante un tiempo determinado. Hay herramientas como contadores de personas, videovigilancia, sensores de calor o detectores de dispositivos móviles que se utilizan en este KPI. No solo mide el número de personas en la tienda, también investiga el comportamiento del comprador, el tiempo de permanencia y otras informaciones útiles que sirven para saber cuáles son las zonas de la tienda que reciban más o menos visitas. Así podremos determinar si hay algún elemento del mobiliario que impida que el público pueda acceder a una determinada zona, si hay que cambiar la ubicación de ciertos productos o si hay que poner más personal en alguna zona de la tienda.
- Tasa de conversión: es un indicador que mide el porcentaje de visitas en relación al número de clientes que compraron algún producto. Se obtiene al dividir el número de ventas brutas por el flujo de personas de la tienda. Si hubo 100 visitas y 50 de ellas compraron, la tasa de conversión será del 50%. Este KPI ayuda a medir la eficacia en la atención al cliente, la experiencia de compra y muchas más. Si por ejemplo hay mucho tránsito de gente pero una tasa de conversión baja, significa que los clientes no terminan de conectar con la marca una vez que visitan la tienda.
Entonces se podría tomar la decisión de hacer algunas mejoras en cuanto a diseño, formación de personal o cualquiera enfocada en mejorar la experiencia de compra. Dos tiendas pueden tener cifras de ventas similares pero con tasas de conversión diferentes. Sin duda, la que tenga una tasa de conversión mayor está aprovechando más las visitas a su tienda.
Antes de poner en marcha las KPI es importante conocer el estado del negocio para saber los datos que pueden ser más útiles y analizar en profundidad el funcionamiento de la tienda. De esta manera se pueden tomar decisiones más acertadas. En Retail360 estamos a tu disposición si necesitas un asesoramiento profesional sobre este o cualquier tema relacionado con tu negocio retail. No dudes en consultarnos.