Apple Pay, que comenzó a rodar a inicios de la semana pasada en Estados Unidos, ha encontrado un primer tras pies con el rechazo por parte de varios importantes minoristas como la cadena de farmacias CVS y Walmart, el gigante de la distribución mundial, así como Best Buy, Target, 7Eleven y Rite Aid.
Esto ha supuesto un importante contratimepo para Apple, que contaba con la adhesión de estos comercios para expandir su nuevo sistema de pago electrónico, y uno de los principales reclamos de su recientemente comercializado iPhone 6 y iPhone 6 Plus.
Durante el pasado fin de semana, CVS y Rite Aid, importantes cadenas de farmacias en EEUU, retiraron el sistema Apple Pay de sus tiendas, imposibilitando el pago mediante este método.
Si a esto le sumamos la negativa de Walmart y Best Buy el pasado mes de Septiembre a aplicar el sistema en sus tiendas, las dificultades que tendrá que enfrentar Apple para generalizar su sistema de pago se agigantan por momentos.
Pero la negativa por parte de estos minoristas, poco tiene que ver con la casualidad y si mucho con una nueva aplicación, en fase beta para iOS y Android, llamada CurrentC y que funcionará en más de 110.000 establecimientos americanos. Esta aplicación pertenece a la coalición MCX (Merchant Customer Extchange), formada por los propios Walmart, Best Buy, Target, CVS,…
Una de las principales motivaciones para que este grupo esté más interesado en crear su propia aplicación viene derivado de la idea de evitar el pago de tasas de transacción de tarjetas de crédito a las compañías financieras.
Cook, actual CEO de Apple, ha afirmado que “otros muchos minoristas en todo el mundo se inscribirán” a Apple Pay.
Desde la semana pasada, Apple Pay alcanzó más de un millón de tarjetas de crédito registradas durante las primeras 72 horas, suponiendo más transacciones que el resto de métodos de pago combinados.
Un importante aliado de Apple para imponer su sistema de pagos son los propios bancos, ya que si CurrentC está pensado para evitar pasar por ellos, Apple colabora con ellos.