Si algo nos ha enseñado el 2020 es que hay que estar preparados para afrontar una crisis. Uno de los grandes errores de los negocios es pensar que cuando hay un temporal, por así decirlo, la mejor opción es limitarse a aguantar y esperar que escampe. Pero como decimos es un error. Porque si la naturaleza nos enseña algo, es que ante los cambios del entorno solo hay dos opciones: adaptarse o morir. En el post de hoy os traemos una serie de propuestas para reinventar vuestro negocio y no dejar que muera.
Cuantos más años llevas al frente de una empresa, más cambios habrás tenido que afrontar. Ya no nos referimos solamente a una crisis externa sino a un gran abanico de posibilidades: cambios tecnológicos, de imagen de marca, nuevos productos, etc. El sector retail tiene que ir acomodándose a las nuevas formas de hacer. Y estas son algunas de las maneras de hacerlo.
Antes de hacer nada tenemos que dar un paso atrás y evaluar la situación. Y hay que hacerlo con una visión global, no solo de nuestro sector o nuestro negocio. Hay que ver qué están haciendo las empresas que están saliendo reforzadas, así como en qué se han equivocado las que ven cómo sus cifras van empeorando mes a mes. Una vez evaluada la situación general hay que bajarlo a lo particular y hacernos una serie de preguntas:
Responder a estas preguntas no es fácil, por eso lo mejor que puedes hacer por tu negocio es recurrir al asesoramiento retail. Y realizar una consultoría en profundidad.
Puede parecer contradictorio que en época de escasez aumentemos el gasto. Pero limitarlo solo hará que vayamos perdiendo poco a poco más capacidad. Las grandes empresas mantienen o incluso aumentan su gasto en determinadas circunstancias. Aunque lo hacen en áreas concretas, un ejemplo de ello sería el marketing y la publicidad. Esto no solo es aplicable durante una crisis, sino cuando hay algún cambio sustancial en la propia empresa. Hay que poder comunicarlo y reforzarlo.
En el momento más duro de la pandemia, cuando se decretó el confinamiento domiciliario, ¿qué hicieron las grandes empresas? Invirtieron mucho dinero en publicidad. Y no solo aquellas que esperaban un retorno de la inversión inmediato, sino las que no contaban con ello. Estamos hablando de la campaña que hizo Audi. Y lo hicieron de una manera magistral: creando un nuevo logo específicamente para un período concreto.
Audi no esperaba que la gente comprara un coche en un momento tan crítico. Pero sabían que con esta acción su imagen de marca saldría reforzada. Este tipo de acciones son imposible ejecutarlas sin un buen retail management que nos ayude a saber en qué momento hay que aumentar el gasto y cuando hay que ser más restrictivos. No solo es importante el momento sino el área: marketing, procesos, proveedores, línea editorial de la empresa, etc.
El retail, por definición, es un sector muy amplio que abarca muchos tipos de negocio totalmente diferentes. Pero es más que probable que tengas muy bien identificados a tus competidores. Lo que a lo mejor no sabes es cómo diferenciarte. Pese a lo que muchos pueden decir, la clave no es ser percibido como el mejor per se, sino que el cliente piense que eres el mejor para él.
Para diferenciarse hay que arriesgar, tienes que atreverte a hacer lo que no hacen otros. Existen muchas áreas en las que ser diferente: en los productos, el packaging, los procesos, los servicios, la comunicación, etc. Encuentra tus puntos fuertes y refuérzalos. Es el momento de tomar acciones sobre las preguntas que vimos en el primer punto. Pero tampoco subestimes tu negocio, puede que un punto débil sea en realidad lo que te diferencia y te hace más fuerte. Parece una contradicción, pero no.
Os dejamos un ejemplo de cómo reforzar lo que parecía una debilidad. En los años 60 la compañía de alquiler de coches Avis se veía incapaz de competir con Herz, número uno del mercado. Después de varios años en pérdidas consiguieron remontar promocionando su mayor debilidad: ser los segundos. ¿Cómo lo hicieron? Con una publicidad que, entre otras cosas, incluía estas dos frases geniales: “Venga con nosotros la próxima vez. Nuestra cola es más corta.” Tan sencillo y tan difícil. Porque esta acción no se limita a crear un anuncio, sino a cambiar totalmente la manera de hacer de la empresa. Se convirtió en algo absolutamente nuevo. Y no debió ser una decisión fácil.
Reinventarse es una tarea complicada. Requiere de un estudio concienzudo de la situación, olvidar todo lo que nos han contado de que en una crisis lo mejor es apretarse el cinturón y aguantar, y por último y más complicado, arriesgar. Hay muchos empresarios que son capaces de llevarse por su instinto y moverse como pez en el agua en las crisis. Pero por desgracia no todos somos Mark Zuckerberg o Steve Jobs. La mayoría necesitamos contar con un equipo de profesionales expertos en consultoría retail que sean capaces de darle la vuelta a nuestro negocio y hacer, incluso, que salgamos más reforzados de una crisis.