Cada vez es más habitual que las empresas que trabajan en retail, dediquen una parte importante de sus recursos a trabajar el packaging. De esta forma, no solo buscan diferenciarse de la competencia, sino que pretenden que su mensaje llegue mucho mejor a sus clientes. El packaging es algo que puede tanto ayudarnos a incrementar nuestras ventas como a fidelizar clientes. Por lo tanto es muy importante dedicarle el tiempo necesario. En el post de hoy os daremos 5 claves para conseguir el diseño de packaging perfecto. ¡Vamos allá!
Antes de empezar vamos a definir qué es exactamente el packaging. A grandes rasgos, podríamos definirlo como el embalaje o envase del producto. Sin embargo, con el paso del tiempo este ha ido adquiriendo una importancia que no podemos ignorar. Hay dos formas en las que las empresas pueden afrontar el packaging de sus productos:
En el post de hoy vamos a hablar de la segunda opción. Y veremos cuáles son los 5 consejos más importantes a la hora de conseguir un packaging personalizado.
Lo primero que tienes que hacer es asegurarte de que conoces bien el producto que quieres vender. Puede parecer muy simple, pero esto constituye el brief de lo que el equipo creativo debe plasmar en el packaging. Aquí hay muchos factores a tener en cuenta:
Cuanta más información podamos recabar, más nos acercaremos a lo que queremos transmitir.
En función de lo que hayamos decidido en el punto anterior, podremos saber qué tipo de diseño va a favorecer más a nuestros objetivos. Podemos decantarnos por un estilo monocromático y minimalista cuando busquemos transmitir elegancia, lujo, sobriedad; y otros más colorido y amable si nuestro público objetivo es joven o infantil. Así podemos explorar las emociones asociadas a los colores y cómo combinarlas con formas más realistas o abstractas.
Es uno de los pasos más importantes a tener en cuenta. El material debe mantener la coherencia con todo el diseño y con la intencionalidad del producto. Por ejemplo, si nuestra marca es ecofriendly, deberá evitar el plástico tanto en cuanto sea posible; será más lógico utilizar un material reciclable como es el cartón. El tipo de material y la calidad del mismo nos dan una gran información respecto a quiénes somos, cómo es nuestro producto, y a quién nos dirigimos.
Cada vez es más habitual encontrar productos con envases reutilizables. Esto ya no solo lo convierte en un packaging ecológico, sino que refuerza las cualidades del producto adquirido. Porque, por ejemplo, el cliente ya no está comprando solamente Nutella, sino que además, está comprando un vaso con un diseño diferente. Por lo tanto, el beneficio es doble. Esto multiplica las propiedades del producto y aumenta lo que ofrecemos a nuestros clientes.
Es algo que parece fácil pero no lo es. Para ello es necesario contar con los servicios integrales de una consultoría de retail que nos ayude a crear un diseño original e innovador. La creatividad de nuestro packaging va a verse reflejada tanto en cuanto hayamos sabido comprender los pasos anteriores.
No es cuestión de invertir mucho dinero en desarrollar materiales y diseños. Tiene más que ver con la esencia del producto y lo novedoso y atractivo del vestido con el que lo mostremos. Aquí también tenemos que elegir cuál es el tono con el que nos vamos a dirigir al público. Podemos ser divertidos, elegantes y distantes, cercanos y amables, modernos, clásicos, emocionales, racionales, útiles, decorativos, etc.
Para terminar, hay un sin fin de posibilidades cuando hablamos del diseño de packaging. Así, cada vez más diseñadores y demás creativos se especializan en esta rama y trabajan única y exclusivamente diseñando el envase de los productos. Al igual que nuestro cliente debe sentirse único para la empresa, nuestro producto también debe ser único para él. Esto solo se consigue siendo diferentes. Las posibilidades dentro del mundo del packaging son infinitas; pero solo hay una para cada empresa o producto. Una que nos haga únicos y que nos lleve hasta nuestro máximo potencial. Pero hay que trabajar para encontrarla.