Las claves del mercado han cambiado, ya no basta con ofrecer al cliente un producto o servicio. Ahora demandan una experiencia que les sorprenda y consiga que el proceso de compra sea atractivo.
Pero, cada usuario es un mundo, ¿cómo conseguir que la experiencia de compra impacte al mayor número de clientes posibles?
La clave para lograrlo está en el retail management y la implementación digital. La gestión de ventas en tiendas minoristas es vital para controlar los procesos que inciden directamente en la atracción de clientes y garantizar su satisfacción, ganado así su fidelidad. Y es aquí donde la figura del retail adquiere un papel protagónico: una persona altamente cualificada para aportar soluciones y ayudar a las empresas del sector retail a adaptarse a los cambios del mercado y a las exigencias del cliente.
Los minoristas tienen que hacer el esfuerzo de estar donde se encuentran sus clientes en cada punto de la experiencia de compra. Entender los patrones de comportamiento y los hábitos de consumo de los usuarios es imprescindible para lograr una experiencia de compra satisfactoria. Y, en este punto, las últimas tecnologías permiten al retailer obtener una información valiosísima para poder vertebrar una estrategia de venta eficaz y modernizar las relaciones con el consumidor para asegurar la inmediatez de la demanda.
Las últimas tecnologías permiten al retail management obtener una información primordial para dirigir las estrategias de venta, como puede ser qué artículos adquieren con más asiduidad los clientes, hacia qué zonas se dirigen habitualmente en la tienda, si son clientes habituales o entran por primera vez, etc.
Tanto en el punto de venta como en la tienda online, los productos y las experiencias relevantes y personalizadas tienen que estar presentes. Gracias a la información obtenida, el retailer puede asegurarse de que el inventario adecuado a cada cliente se encuentra en el lugar y la hora correctos.
El éxito de una estrategia de retail pasa por la coherencia y la complementariedad entre los canales de venta. El omnicanalidad es una herramienta esencial para conseguirlo, ya que logra mezclar el entorno offline y el online, manteniendo la sintonía entre ambos canales y convirtiéndolos en herramientas que los clientes podrán utilizar en función de sus necesidades. El omnichannel facilita la compra, disminuyendo los tiempos de búsqueda, mejorando la comparabilidad de precios, presentación de nuevas alternativas de productos… En definitiva, mejorando la experiencia del usuario. Es el consumidor el que decide cómo, cuándo y dónde comprar, avanzando en el proceso de compra independientemente del canal en el que esté.
Gracias al omnichannel, todos los canales que intervienen en la compra se fusionan para crear una experiencia única, responsable de la imagen que el usuario va a percibir de la marca. Por ello, el encargado de retail de la compañía debe asegurarse de homogeneizar los precios, productos, señalética, comunicación y marketing, entre otros, para que todos los canales recuerden a la imagen de marca.
Además, el retail manager debe asegurarse de que la información obtenida del usuario se utilice de manera eficiente para el negocio, evitando un flujo de datos innecesarios, optimizando la información generada para crear un volumen de datos inteligente que optimice la experiencia del cliente con rapidez.
En Retail360 disponemos de las herramientas y los profesionales que necesitas para superar el reto de conocer lo mejor posible a tus clientes y fidelizarlos. Contacta con nosotros para cualquier consulta al respecto, estamos a tu disposición.