La consultoría de empresas y concretamente las relacionadas con los negocios retail, sin duda pueden mejorar el rendimiento de la tienda física porque proporciona un análisis completo de todos los factores que influyen en los procesos de producción y las ventas del negocio.
Mediante una consultoría retail se perfecciona la actividad comercial de un negocio físico mediante la detección de puntos débiles y las estrategias recomendadas para poder reforzarlos. De esta manera es más fácil conseguir el objetivo final que no es otro que el incremento de las ventas.
Los responsables de una empresa están pendientes continuamente de las necesidades de la compañía, de supervisar los procesos y modificar cualquier aspecto que deba ser ajustado. Sin embargo, resulta imprescindible que alguien ajeno a la empresa observe y supervise su funcionamiento para detectar posibles errores que no pueden ser detectados por la gente que está trabajando dentro de la organización.
La consultoría retail proporciona tácticas, estrategias y soluciones prácticas enfocadas al sector en el que se desenvuelve la empresa. La finalidad es alcanzar los objetivos comerciales marcados por la compañía, como pueden ser el aumento de ventas, la captación y fidelización de clientes o aumentar el atractivo de la experiencia de compra del cliente.
Los expertos que intervienen en una consultoría de empresas ofrecen una orientación y ayuda inestimables a los gerentes de la compañía. Estos, participan en el proceso desde el primer momento ofreciendo toda la información que tengan disponible y facilitando la observación y el análisis de todos los aspectos que consideran importantes para elaborar su informe. Una vez detectados los puntos a mejorar, supervisan la ejecución y el seguimiento de todas las estrategias diseñadas para optimizar la gestión de la tienda.
En la mayoría de consultorías retail, los especialistas suelen encontrar una serie de errores recurrentes que comunican a los responsables de la empresa. Son estos:
A veces, el cliente no puede acceder con facilidad a los productos distribuidos dentro de la tienda para su valoración y posterior compra. Además, también puede suceder que el producto no tiene el etiquetado adecuado o no aparece el precio.
En muchas tiendas, los empleados no están capacitados para ofrecer un servicio de calidad al cliente porque no conocen a la perfección las características de los productos que venden y no dominan las técnicas de conversión y cierre de ventas. En ese sentido es importante diseñar un plan de formación que se ajuste al personal contratado y a los objetivos de la tienda.
En caso de que haya un incremento inesperado de la demanda sobre determinados productos resulta imprescindible disponer de un amplio stock que esté siempre disponible para los clientes. Resulta imprescindible elaborar inventarios con toda la mercancía disponible y hacer los pedidos a los proveedores con antelación.
El espacio comercial debe tener un aspecto atractivo, limpio y ordenado, con la luz y la música perfecta. Además es importante saber los días y horarios de mayor afluencia de clientes para planificar el número de empleados y stock disponibles. La creación de nuevos espacios también debe ser planificada minuciosamente y contar con los profesionales adecuados.
Saber en todo momento las acciones que emprenden los competidores ayuda a la innovación, el aprendizaje y la mejora de los servicios o productos que se ofrecen al cliente. También permite descubrir sus puntos débiles y conseguir la información necesaria para diseñar estrategias de marketing precisas que consigan la diferenciación de las demás empresas.
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